¿Hasta donde hemos llegado?

Bueno, luego de casi una semana desaparecido vengo otra vez por estos lares...

La cosa es que la semana que terminó fue bastante complicada, por decirlo de alguna manera; los trabajos de la U (Sí, claro), la casa, el corazón, el corazón de los amigos, gente enferma etc. ¿Quién lo diría, no?

El punto es, sras y sres, que la gente comienza a considerar a una persona sonriente (así como yo) como que tiene la vida resuelta y puede con la vida de los demás. No digo que sea malo, sino que además de tener que preocuparse por lo que hace uno toca ver por lo que hacen los demás (o por lo menos en mi caso). Y lo que me llega a perturbar a veces es no poder tomar esos asuntos y tratarlos como ajenos, me llega a molestar a veces el preocuparme por cosas que no me competen.

Para bien o para mal es lo que decidí hacer, ojalá que todo resulte de la mejor manera.